(Nota: esta entrada se corresponde con los días 24, 25 y 26 de julio, y son simultáneas a la entrada sobre el trekking en el Fansipan)
Por: Cris
Desde: Hanoi (Vietnam)
Durante
nuestra estancia en el norte de Vietnam hemos conocido un pueblecito
perdido entre las montañas, donde las acogedoras vistas de sus
valles envueltos en espesas capas de bruma te invitaban a dejar tu
mente caer en un estado de relajación y disfrute de la naturaleza en
su máxima plenitud. Estábamos en Sapa town, probablemente el
pueblo más turístico de todo el distrito de Sapa y como buenas
anfitrionas, nada más llegar al pueblecito, nos encontramos con un
"séquito" de mujeres, de todas las edades, que nos
acompañaron hasta la puerta de nuestro hostel, supuestamente
interesándose por nuestras vidas como por ejemplo por cuál era
nuestro nombre o de dónde eramos, pero eso sí la única premisa
final no era otra que esta: "Buy for me". Estas mujeres
pertenecían a diferentes etnias indígenas cuyos poblados se
encontraban en las proximidades de donde nos hallábamos, en mi
opinión es una verdadera lástima lo que el negocio del turismo, o
dicho en otras palabras: el dinero, puede llegar a generar cuando
hace verdaderamemte mella, resultando como una sustancia corrosiva
que ataca directamente a la esencia de las personas corrompiéndolas
sin que siquiera se den cuenta, aunque por otra parte, ¿hasta qué
punto se puede criticar el progreso o, lo que es lo mismo, las
facilidades que el dinero te proporciona para vivir en unas
condiciones más óptimas en el mundo en que vivimos?
En
nuestro primer día en Sapa, algunos de nosotros, hemos alquilado una
moto e ido a conocer los alrededores del pueblo, disfrutando del
espectacular paisaje que nos rodeaba. Por la zona yacían un par de
cascadas que estaban repletas de agua, debido a la estación lluviosa
en la que nos encontramos en relación con los países visitados, así
que tuvimos la suerte de poder admirarlas en todo su esplendor. La
primera de ellas, llamada "la Cascada de Plata" nacía a
una gran altura del suelo, entre las rocas de la cordillera que le
daba vida, y desembocaba en una catarata de bastante longitud. La
segunda, llamada "la Cascada del Amor", era mucho más
bonita y espectacular, y para acceder a ella debías realizar un
mini-trekking por zonas medianamente selváticas, pero a su vez muy
habilitadas para facilitar su acceso a todo tipo de visitantes,
especialmente a guiris (como nosotros) no muy acostumbrados a andar
por la selva virgen.
Durante
la noche y los días siguientes llovió incesablemente, pero eso no
nos impidió hacer planes turísticos. Así pues, a la mañana
sigiente hicimos un trekking por la zona, de camino visitamos varias
aldeas y recorrimos también varios campos de arroz, nuestra guía
era de la misma tribu que las chicas y señoras que solo querían
decirnos “buy for me”.
Algo
muy característico de Sapa town es su mercado, pues es muy grande y
en el puedes encontrar un montón de variedad tanto de comida, como
de ropa, pulseras, calzado ... El tercer y el último día en Sapa lo
dedicamos a pasear por el pueblo y por el mercado, pues no teníamos
mucho tiempo ya que después de comer partíamos hacia Lao Kai para
coger un tren de aproximadamente unas 9 horas hacia Hanoi y de ahí
a Luang Prabang donde empezaría nuestra aventura por Laos.
muy bonito, una maravilla
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