martes, 7 de agosto de 2012

Un día en la Guerra de Vietnam. Primera parte

Por: María
Desde:  Ho Chi Minh (Vietnam)


El 21 de mayo de 1966 el fotógrafo y corresponsal de guerra Sam Castan fue sorprendido, junto con los 22 hombres del batallón norteamericano con los que convivía, por una emboscada de soldados del Viet Cong al norte de Saigon. Él, que había llegado a aquella batalla armado únicamente con su cámara, se vio obligado a convertirse en soldado durante los últimos segundos de su vida, liderando un último y desesperado intento de huida y disparando a cuantos enemigos encontró a su paso hasta que fue abatido de un tiro en la cabeza. Gracias a su valentía, dos de aquellos 22 hombres lograron salvar sus vidas.

El carrete con esta foto, tomada apenas unos minutos antes de que el fotógrafo y los soldados que aparecen en la instantánea murieran, fue encontrado entre las posesiones de un soldado del Viet Cong poco después asesinado. Hoy es una de las numerosas e impactantes imágenes que forman parte de la exposición "Réquiem" del Museo de los Vestigios de la Guerra en Ho Chi Minh: un homenaje a todos aquellos fotógrafos y corresponsales de guerra que murieron realizando su trabajo durante la Guerra de Vietnam, independientemente del bando en que se encontrasen (la muestra reúne el impresionante trabajo de 132 fotógrafos fallecidos durante el conflicto).

Entre ellos se encuentra el famoso Robert Capa, uno de los fotógrafos de guerra más famosos de la historia, y especialmente conocido en nuestro país por ser el autor de algunas de las mejores imágenes de la Guerra Civil:

Así se relata su muerte en uno de los paneles de la exposición, recogiendo las palabras del corresponsal de la revista LIFE que le acompañó en su último trabajo:

Él dijo: "Ésta va a ser una bonita historia". En su tour por el Delta, a Capa se le ocurrió la idea de hacer una historia en imágenes titulada "Bitter Rice". Su plan era reflejar el dramático contraste de los tanques pasando junto a los campesinos que trabajaban en los campos de arroz, de los hombres muriendo en la tierra donde se estaba recogiendo la cosecha.
El sol golpeaba con fuerza. Capa estaba muy aburrido, y echó a andar camino arriba diciendo "voy a adelantarme y subir un poco por el camino..." Éso fue a las 2:50. A las 2:55 la tierra se estremeció entre una fuerte explosión.
Yo estaba tomando notas cuando llegó un soldado y, sin mostrar ningún tipo de emoción, dijo "le photographe est mort" (el fotógrafo está muerto). Yo entendí sus palabras, pero no las procesé. Eché a correr hasta la fosa provocada por la explosión con el soldado. A sus pies, Capa yacía sobre su espalda, todavía aferrando una cámara con su mano izquierda. Empecé a llamarle, repitiendo su nombre. La segunda o tercera vez sus labios se movieron ligeramente, como los de aquel que es interrumpido durante un sueño. Éste fue su último movimiento. Eran las 3:10 pm.
El doctor preguntó: "¿Es éste el primer corresponsal americano muerto en Indochina?". Yo le dije que sí. Él contestó: "Es una dura forma de que los americanos aprendan".

Ésta fue la última instantánea tomada por Capa, minutos antes de pisar la mina que terminó con su vida:


El Museo de los Vestigios de la Guerra (entrada 15.000 VND) es una de las visitas obligadas de Ho Chi Minh. Aunque hemos coincidido casi todos en que las diferentes salas se centran en aspectos muy específicos del conflicto y que faltan contenidos más generales que permitan contextualizar y obtener una visión más general de esta guerra, sigue siendo interesante conocer de primera mano la versión vietnamita de esta historia, ya que es la versión de Hollywood a la que estamos más acostumbrados. Por supuesto, que nadie espere encontrar una visión objetiva (no en vano este museo se llamaba hasta hace unos años el Museo de los Crímenes de Guerra Norteamericanos), pero tampoco se trata de una propaganda comunista y antiimperialista como los contenidos expuestos en la prisión de Hanoi.

Junto a la exposición fotográfica que he comentado, se puede encontrar una zona temática sobre las manifestaciones antibelicistas que se sucedieron en cada rincón del mundo, y otra zona dedicada a los fatales efectos del napalm y el agente naranja (exposición demasiado gráfica y explícita para mi gusto, porque acababa rayando el morbo), así como a muestras del armamento utilizado durante el conflicto:



Aunque quizás sean excesivamente explícitas algunas de las imágenes y los textos de los paneles caigan a veces un poco en un dramatismo un tanto sensacionalista, es cierto que estas imágenes nos ayudan más a comprender las verdaderas dimensiones de estos conflictos que leer simples cifras:



Para mí una de las imágenes más impactantes ha sido ésta de la matanza de My Lai de marzo del 68. El testimonio del propio fotógrafo, recogido en el pie de foto, decía algo así (interpretación un poco libre de lo que recuerdo haber leído): "Todos los miembros de esta familia habían sido reunidos para ser fusilados. Antes de que les ejecutasen, les pedí a los oficiales que se detuvieran, y les saqué una foto. Después me indicaron que me marchase y, a medida que me alejaba, me estremecí al escuchar los disparos y ver a lo lejos sus cuerpos cayendo en la tierra":


Si me lo permitís, voy a hacer un "copia-pega" de wikipedia para aclarar qué fue la famosa masacre de My Lai:

 " Fue un ataque contra civiles que perpetró el Ejército de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam. El 16 de marzo de 1968 las tropas de Estados Unidos lanzaron una operación en la región de Son My en la búsqueda de vietcongs. Al segundo teniente (equivalente a alférez) William Laws Calley y su sección le fue asignada la zona My Lai. 
Al llegar a la zona de aterrizaje los helicópteros dejaron a los soldados y se desplazaron a la posición de espera. A lo largo de cuatro horas, Calley y sus hombres violaron a las mujeres y las niñas, mataron el ganado y prendieron fuego a las casas hasta dejar el poblado arrasado por completo. Para terminar, reunieron a los supervivientes en una acequia. Los pilotos y artilleros vieron cómo Calley disparó su arma contra ellos y ordenó a sus hombres que hicieran lo mismo hasta matar a todos los habitantes de la zona (es decir, ancianos, mujeres y niños). Por «defectos» en la investigación, no se sabe la cifra exacta de asesinados, pero se estima que debió estar entre 347 y 504.
La masacre de My Lai, pese a su atrocidad, no fue la única matanza cometida por las fuerzas estadounidenses, aunque por su magnitud fue la que más escándalo provocó en Estados Unidos y el mundo. En una guerra como la de Vietnam, donde no existían frentes definidos ni posiciones que tomar, la cuantificación de bajas causadas al enemigo se fijó como el indicador de la eficiencia de oficiales y unidades. Pero, como es sabido en todos los campos donde se utilizan indicadores, muchas veces lo que se hacía no era buscar la manera de alcanzar el objetivo sino mejorar el indicador, es decir, conseguir la mayor cantidad de muertos posible dentro de ciertas normas (que muchas veces las fijaba la propia unidad). Así se han constatado muchos casos como el de My Lai, donde el número de combatientes muertos era desproporcionado respecto al número de armas incautadas; cosa que tardó bastante en llamar la atención del alto mando estadounidense."

En fin, lo cierto es que el de hoy ha sido un día extraño: además de aprender una importante lección de historia (y de darme cuenta, como siempre me ocurre en estos casos, de que me faltan muchos conocimientos de historia moderna y contemporánea y de política para poder sacarle de verdad partido a estas visitas culturales), me he arrastrado por túneles subterráneos como una auténtica soldado del Viet Cong, he disparado la primera (y espero que la última) bala de mi vida nada menos que con un AK-42 (aunque vivo feliz en mi ignorancia en este sentido, y la verdad es que hasta hoy ni sabía que había un arma que se llamaba así), hemos hecho una clase de aerobic con señoras vietnamitas, y hemos acabado en una especie de verbena en un parque bailando las canciones del verano españolas de hace algunos años ¡e incluso un auténtico pasodoble español! (toda una imagen la de los vietnamitas bailando el pasodoble...).

Pero de todo esto hablaré más adelante, cuando por fin ponga el blog al día (sigo teniendo atrasados los episodios de Laos correspondientes a Vang Vieng).

3 comentarios:

  1. interesante :) sólo agregar que capa no era americano sino húngaro; pero sí es verdad que él se hacía pasar por estadounidense, y de hecho "robert capa" era un pseudónimo. murió en la guerra de indochina que no fue contra eeuu sino contra francia.

    ¡un saludo!

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  2. Lo siento si hay algunos datos inexactos, aunque he de decir que me he limitado a traducir el testimonio que aparecía en el panel del museo... He dado por sentado que no se trataba de una errata, sino que cuando hablan de corresponsal norteamericano no es en referencia a su nacionalidad de origen sino al hecho de que en ese momento se encontraba realizando un trabajo para la revista estadounidense LIFE.

    Cierto es que releyendo lo que había escrito me he dado cuenta de que no me he expresado correctamente en uno de los párrafos, y puede llevar a equívocos: el museo en general sí está dedicado casi íntegramente al conflicto de Vietnam frente a los norteamericanos (de hecho, como he mencionado, antes se llamaba Museo de los Crímenes de Guerra norteamericanos), pero en la sala dedicada a la muestra fotográfica en homenaje a los corresponsales se incluyen también fotógrafos fallecidos en la guerra de Indochina y desaparecidos en Camboya durante el conflicto de los jemeres rojos (además de algunas imágenes de post-guerra y actuales de los afectados por el agente naranja).

    Gracias por la contribución. Espero que ahora haya quedado más claro ;) ¡Un saludo!

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  3. si esta parte de la historia del siglo XX es bochornosa, y hay muchas, porque os espera otro espanto cuando visitéis los famosos "killing fields" y los horrores cometidos por los jemeres rojos .

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