Por: María
Desde: Koh Tao (Tailandia)
Nuestra aventura de ayer me ha llevado a una clara conclusión: bucear es una de esas experiencias que a nadie deja indiferente (o te encanta, o lo odias). Como la objetividad no existe, si esta entrada del blog la escribiese otro de mis compañeros, el texto sería bien diferente: os hablarían de cómo explorar las profundidades marinas de Koh Tao ha sido una de las mejores experiencias de su vida y cómo el buceo se ha convertido en una de sus grandes pasiones. Siendo yo la que se esconde tras la pantalla del ordenador, la historia es bien diferente. Y es que mi affair con los fondos marinos ha sido realmente efímero: bucear ha sido una de esas experiencias que durante este viaje he podido por fin tachar de mi lista de asuntos pendientes, pero que no tengo intención alguna de volver a repetir.
Realmente el buceo puede que sea uno de los deportes más sencillos que existen. Cualquiera puede flotar con el chaleco de buceo, y mover las aletas arriba y abajo para impulsarse no tiene ningún misterio. Aunque después de un buen rato puede resultar un ejercicio agotador, el verdadero esfuerzo es únicamente mental, y es que el único secreto es tan sencillo como relajarse y dejarse llevar. Mi problema, como el de la mayoría de novatos que no disfrutan de la experiencia, fue que no fui capaz de relajarme disfrutando del entorno y olvidarme de la respiración: a veces sentía que cogía demasiado aire, a veces demasiado poco, en ocasiones demasiado rápido y en ocasiones demasiado lento. La sensación de agobio, como si no fuera capaz de respirar y necesitase volver a huir a la superficie, era constante (y el no regular la respiración supone no ser tampoco capaz de mantenerse a flote a un nivel constante, ya que al hinchar y vaciar los pulmones en exceso vas ganando y perdiendo flotabilidad y no paras de oscilar arriba y abajo). Añadid a eso un dolor de oídos a veces insufrible por el cambio de presión (y que hizo que me pasase el resto del día con una inflamación de oídos bastante molesta), y el hecho de pasar medio día metida en un barco que no paraba de balancearse a un lado y a otro (no es la mejor experiencia para alguien más o menos propenso al mareo).
Quisiera haber podido escribir sobre las maravillas que podéis encontrar en los fondos marinos de la que es una de las mecas del buceo a nivel mundial. Siempre os queda el preguntar a la mayoría de mis compañeros de aventura, y seguro que ellos os las pueden describir con todo lujo de detalle y os animan a vivir la experiencia del buceo. Yo, por mi parte, sólo puedo decir que no me arrepiento de haberlo probado; al fin y al cabo es una vivencia más que añadir a nuestro curriculum viajero, y estoy segura de que de toda experiencia se acaba aprendiendo algo útil.
No puedo dejaros imágenes del fondo marino (pero seguro que si buscáis en google fotos de buceo en Koh Tao encontráis muy buenos ejemplos de lo que aquí se puede ver). Os dejo al menos algunas instantáneas de nuestros momentos previos:
Dios da pan a quien no tiene dientes!! jajaja
ResponderEliminarQue tu primera experiencia en el buceo sea en Koh Tao es una locura! Del buceo no disfrutas plenamente hasta que no lo has hecho varias veces, y normalmente la primera vez solo estas incomodo con el equipo, pendiente de la respiración, de la flotabilidad y si encima no compensas bien los oidos... Lo ideal hubiese sido bucear alli sabiendo ya un poco, pero bueno... Estando allí, ya no te podías ir sin probarlo.
Hacer tu primera inmersion en uno de los mejores lugares del mundo para bucear, es como conducir un ferrari el primer día que te dan el carnet de conducir.
Siento que no te haya gustado... Creo que el buceo es increible, aunque admito que hasta que no coges un poco de soltura y te limitas solamente a disfrutar... es un poco royo, y si encima tampoco consigues relajarte, lo es más todavía.
Disfrutad de lo que os queda de viaje! ;)
Q envidia!que conste q sigo el blog religiosamente,xo hoy he soñado q volvías y te enfadabas xq decías q no lo habia leido xq no habia comentado Jajaja pasadlo guay!(a parte tenías un móvil de esos q va x satelite...jajajaj)Mua!
ResponderEliminarhola soy amparo, a ver si asi me deja escribir, siento que no lo disfrutaras, me imagino que tiene que ser un agobio con tanto rollo de tanque etc. bueno no lo he probado nunca, solo en la superficie con aletas las gafitas y el tubo en la boca, y claro eso tienen que ser corales no muy profundos para poder verlos y los pececitos de colores. eso esta al alcance de cualquiera... bueno pues a seguir con las aventuras, un beso
ResponderEliminarJaja, me encanta tu comentario, Marta! Igual un poco premonitorio sí ha sido... Sí que es verdad que me tendréis ya de vuelta por allí en un par de días (y lo de si te iba a caer bronca o no estaba por ver, jeje). ¡Espero que nos podamos ver pronto para ponernos al día! ¡Un besazo!
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